jueves, 12 de mayo de 2016


"La educación como proceso de saberes que se conectan entre sí por un individuo que tiene deseos de conocer, en un contexto determinado que se respaldan por valores morales y sociales que son transmitidos de generación en generación". (Anriquez, 2016). 

Si entendemos la educación como un proceso permanente, podemos asumir que no es estático y está en movimiento, generando cambios y para que estos cambios puedan  reestructurar un sistema que no funciona. En este sentido, podemos señalar que la educación está en crisis, es decir está sufriendo cambios y modificaciones que van alineados con el individuo y sus necesidades en el día de hoy.  Actualmente, la educación y el sistema educativo propiamente tal intentan adaptarse al desarrollo incipiente de la tecnología, que va evolucionando aceleradamente e impactando a la sociedad de acuerdo a su contexto social y cultural.
En la actualidad, los contenidos están a la disposición del consumidor, pero no tienen ninguna trascendencia si ese individuo no tiene la necesidad de construir su propio conocimiento.  Esta necesidad, nace por lo que la sociedad requiere, es decir, qué tipo de individuos necesita para ser parte de este sistema de vida, en una sociedad mercantilista donde privilegia más las riquezas materiales que las espirituales. La educación no puede limitarse a impartir conocimientos y perfeccionar habilidades, sino que debe potenciar en forma integral al ser humano en sus ámbitos de formación psicosocial, valórica y cognitiva.

“la música no está en el piano” y que “el conocimiento no está en las computadoras”
(Cuban, 2008:156)

Hace 20 años atrás Bill Gates anunció que el sistema educativo iba a estar al alcance de todo el mundo, es decir en la web, y esta predicción  fue certera. El conocimiento se produce exclusivamente en los procesos mentales que tiene un individuo, en el momento de hacer sinapsis.  Es decir los saberes no tienen sentidos si es que no existe una búsqueda e iniciativa de parte de la persona para interiorizarse de ciertos temas.  Los contenidos se transforman en conocimiento cuando la persona puede llevarlos a la práctica y de ahí el término “know how”, es decir el saber hacer ocupa mayor trascendencia que saber por saber, a pesar de que como dice mi padre “El saber no ocupa lugar”.  La generación de mi padre vivía en el mundo de los libros  donde la tecnología de hoy en día no existía por lo tanto el saber por saber pasaba a ser una entretención.  

Hoy en día, los jóvenes necesitan conexiones y rápidas, donde el desarrollo tecnológico va más rápido que la necesidad propiamente tal, es decir, la tecnología desea adelantarse a la necesidad, visualizando qué es lo que el individuo pueda necesitar para que consuma.  Esta última característica es una bomba atómica para el ser humano que puede estallar y hacer perder la esencia básica del ser humano, que es construir su propia realidad basada en valores que son los que nos dan una clara explicación de nuestra existencia y la relación con los otros para formar una sociedad amable, empática y tolerante.